El ahorro energético es el principal motor de la rehabilitación urbanística. La luminaria es una de las principales fuentes de desperdicio energético hasta que se ha encontrado una alternativa qué invierte el consumo. Hablamos de las luminarias LED que consumen mucho menos que la luminaria tradicional, tanto callejera como del interior de las viviendas, y por tanto ofrece un importante ahorro energético y por consecuencia económico.
Las siglas “LED” significan “Light Emitting Diode” lo que en español se traduce como “Diodo Emisor de Luz”. Se podría definir como un dispositivo semiconductor capaz de admitir una corriente eléctrica moderada y convertirla en una luz de consumo altamente eficiente y reducido.
Desde hace mucho antes de lo que pensábamos, la luz LED se encuentra entre nosotros, pues, se ha utilizado en distintos dispositivos, resaltando en botones con el fin de indicar estados, por ejemplo en los botones de grabación de un DVD, o en aparatos para indicar si están apagados o encendido (rojo y verde).
En 1927 se desarrolló el primer LED, esto gracias a Oleg Vladimírovich Lósev, sin embargo, en los años sesenta fue cuando se empezó a utilizar en la industria, en colores como verde, rojo o amarillo. Después de ahí se desarrollaron avances los cuales permitieron que hoy en día podamos disfrutar de la luz LED blanca y suficiente para iluminar espacios.
Este trabajo rehabilitador ofrece un gran número de ventajas económicas, energéticas y medioambientales, entre otros.
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