La mejora de la eficiencia energética de las viviendas es un objetivo prioritario del Gobierno, lo que se refleja en una serie de medidas de apoyo tanto en forma de subvenciones como de deducciones en el IRPF. Sin embargo, para acceder a estos beneficios, es imprescindible contar con certificados energéticos que respalden las mejoras realizadas, ya que sin ellos no se concederán las subvenciones ni se podrán aplicar las deducciones en el IRPF.
En el caso de las deducciones fiscales en el IRPF, podemos encontrar varios tipos de deducciones:
- Deducción del 20% por obras de mejora que reduzcan la demanda de calefacción y refrigeración: Esta deducción se aplica a aquellas obras que contribuyan a reducir la demanda energética necesaria para calefacción y refrigeración, promoviendo así el uso eficiente de la energía.
- Deducción del 40% por obras de mejora que reduzcan el consumo de energía primaria no renovable: Aquí se incluyen las obras destinadas a disminuir el consumo de energía primaria no renovable, como la electricidad procedente de fuentes no renovables, el gas natural, entre otros.
- Deducción del 60% por obras de rehabilitación energética de edificios: Esta deducción se aplica a obras más amplias que abarcan la rehabilitación energética integral de un edificio, incluyendo medidas como la mejora de la envolvente térmica, la instalación de sistemas de climatización eficientes y la integración de energías renovables.
Es importante tener en cuenta que estas deducciones son incompatibles entre sí respecto de la misma obra. Por lo tanto, es necesario evaluar detenidamente las características de cada obra para determinar qué deducción resulta más beneficiosa en cada caso.
La eficiencia energética en los hogares se ha convertido en una prioridad para el Gobierno, reflejándose en una serie de medidas de apoyo, incluyendo subvenciones y deducciones fiscales en el IRPF. Sin embargo, para acceder a estos beneficios, contar con un certificado de eficiencia energética se vuelve esencial.
¿Por qué es tan crucial este certificado? En algunos casos, como en reformas o ampliaciones de edificios, su obtención es obligatoria. Aun cuando no lo sea, resulta necesario para solicitar subvenciones y aplicar deducciones fiscales en el IRPF. Este requisito se establece claramente en el artículo 14 del Real Decreto, donde se vinculan los incentivos financieros para la mejora de la eficiencia energética a la comparación de certificados emitidos antes y después de la reforma.
Para aplicar la deducción en el IRPF de las obras de mejora de la eficiencia energética en viviendas, es imprescindible contar con dos certificados de eficiencia energética: uno emitido tras la realización de las obras y otro expedido antes del inicio de las mismas, con un máximo de dos años entre ambos.